Erick Alberto Navarro Esparza[1]

Universidad Antonio Nariño, Bogotá, Colombia

Erick.navarro.e@gmail.com

El comité de vinculación de ACEVAL impulso la charla denominada “Buenas prácticas para la institucionalización de la evaluación”, celebrada el 25 de junio de 2024, la cual reunió a una audiencia diversa, tanto presencial como virtual, interesada en explorar cómo la evaluación puede transformar la toma de decisiones y la rendición de cuentas en instituciones públicas. De manera presencial, se llevó a cabo en las instalaciones de rectoría de la Universidad Autónoma de Guadalajara, en Jalisco.

El Dr. Anis Ben Brik, experto en evaluación de políticas públicas y director del Centro de Evaluación de la Universidad de Qatar, inauguró su presentación destacando la importancia de institucionalizar la evaluación como un eje central para la mejora de la gestión pública. Con un enfoque en el Sur Global, el Dr. Anis Ben Brik subrayó que la evaluación no puede reducirse a un mero ejercicio técnico, sino que debe entenderse como un proceso intrínsecamente ligado a dinámicas políticas y contextos específicos.

La charla, encabezada por el Dr. Anis inició distinguiendo dos lógicas fundamentales en la evaluación. Por un lado, la lógica técnica, que prioriza la eficiencia, la asignación de recursos y el control presupuestario, común en ministerios y entidades operativas. Por otro lado, la lógica política, que puede adoptar un enfoque democrático, fomentando la participación ciudadana, o autoritario, manipulando resultados para consolidar narrativas de poder. Este dualismo, según el académico, exige un equilibrio: sin considerar ambas dimensiones, la evaluación pierde relevancia y aplicabilidad.

La institucionalización de la evaluación, argumentó el doctor depende de tres pilares interdependientes.

  • Primero, la demanda, traducida en marcos legales y políticas que obliguen a su implementación.
  • Segundo, la oferta, que incluye formación académica, investigación local y redes profesionales.
  • Tercero, el contexto, moldeado por factores históricos, culturales y socioeconómicos.

Por ejemplo, en países del norte de África con legado colonial francés, la evaluación suele reducirse a un proceso administrativo heredado, desvinculado de su potencial político.

Entre los principales desafíos, el ponente destacó la dependencia de expertos extranjeros en regiones como Medio Oriente, donde el 90% de los evaluadores son contratados desde Europa o EE.UU., limitando la sostenibilidad. También señaló la necesidad de descolonizar el conocimiento: en Qatar, el primer máster en evaluación (creado hace dos años) aún utiliza contenidos diseñados en EE.UU., ignorando realidades locales. Finalmente, enfatizó que la evaluación debe democratizarse, integrando a la sociedad civil y evitando convertirse en un ejercicio elitista.

La charla cerró con un llamado a abandonar modelos universales y priorizar estrategias adaptativas. El Dr. Anis Ben Brik propuso invertir en capacidades locales, como redes académicas y revistas especializadas en el Sur Global, y diseñar metodologías que reflejen contextos históricos y culturales. Además, advirtió contra la instrumentalización de la evaluación con fines autoritarios o cosméticos, subrayando el papel de la evaluación como herramienta de justicia social. La charla concluyó con un compromiso colectivo: transformar la evaluación en un pilar de transparencia y equidad, alineado con las necesidades específicas de cada sociedad.


[1] Maestrando en Equidad de Género por la Universidad Antonio Nariño, Bogotá, Colombia. Licenciado en Ciencia Política y Administración Pública por la Universidad de Guanajuato.

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