El 12 de abril de 2024 se llevó a cabo dicho conversatorio impulso por la Academia Nacional de Evaluadores de México (ACEVAL) y el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) en colaboración con la Red de Seguimiento Evaluación y Sistematización de América Latina y el Caribe (ReLAC), la Red de Evaluación y Seguimiento de Costa Rica (RedEvalCR) y la Asociación Ibérica de Profesionales por la Evaluación (APROEVAL), donde en se debatió sobre la incorporación de evidencia en los procesos de formulación de políticas públicas, destacando desafíos como la falta de cultura de evaluación y participación democrática. En este espacio de enriquecedores intercambios de experiencias desde México, Costa Rica, España y América Latina se exploraron estrategias para desarrollar marcos de competencias, promover la evaluación institucionalizada y usar herramientas visuales para una comunicación efectiva.
Durante el conversatorio se destacaron los desafíos que se enfrentan bajo las diferentes miradas y experiencias, incluyendo la influencia de las ideologías y grupos de presión, la necesidad de una cultura de evaluación, la falta de participación democrática, y cuestiones de acceso a la información. También se describieron las condiciones necesarias para fomentar el uso de evidencia, enfatizando la importancia de procesos de evaluación sólidos, información sistemáticamente accesible y la participación de los afectados por problemas sociales. Los participantes también hicieron hincapié en la colaboración entre las partes interesadas y la construcción de ecosistemas de evaluación flexibles y adaptables para una mejor toma de decisiones.
La Mtra. Diana Valadez destacó el valor de las evaluaciones participativas y el uso de herramientas visuales para hacer los resultados más comprensibles. Se enfatizó la importancia de profesionalizar la evaluación y la necesidad de mejores capacidades institucionales y se hizo hincapié en el papel de la Academia Nacional de Evaluadores de México como impulsora de buenas prácticas con calidad y ética en el uso de las evaluaciones y que estas sean útiles para los tomadores de decisiones, y la necesidad de un repositorio compartido de información valiosa sobre investigación. Los participantes expresaron su apoyo a esta idea, reconociendo el potencial de la tecnología y la inteligencia artificial para mejorar la utilización de datos.